Comunicado de PODEMOS ante la incoación de expediente sancionador por parte de la Universidad de Málaga a Íñigo Errejón

faviconEste jueves se ha hecho público el expediente informativo abierto al secretario de Política del Consejo de Coordinación de Podemos, Íñigo Errejón, que resuelve que se debería haber solicitado un documento comunicando una segunda actividad laboral que no se declara incompatible.

Ante las informaciones recogidas este jueves en varios medios de comunicación sobre la suspensión temporal de empleo y sueldo de Íñigo Errejón por parte de la Universidad de Málaga, Podemos aclara que el expediente informativo resuelve que el secretario de Política debería haber solicitado un papel comunicando otras actividades.

Desde que comenzaron a publicarse las informaciones referidas al trabajo como investigador de Íñigo Errejón en Málaga, estas han pasado de denunciar contratos fraudulentos a afirmar que el trabajo para el que fue contratado no fue realizado.

Tanto la rectora de la Universidad de Málaga como la Junta de Andalucía rectificaron estas informaciones, indicando que la contratación estaba en regla, así como que el trabajo entregado estaba en plazo y cumplía sobradamente lo requerido. Ahora el informe de la Universidad lo ratifica: el contrato es perfectamente regular y el trabajo está hecho con la dedicación exigida.

A lo que estamos asistiendo en estos días es a una campaña de difamación de algunas de las caras más visibles de Podemos, como la que se desplegó contra la iniciativa en los meses precedentes en las que se acusaba de financiación ilegal o de relaciones con organizaciones terroristas. Para esta campaña la verdad es lo de menos, lo importante es levantar cortinas de humo para intentar disimular la crisis democrática y la situación social dramática para millones de familias.

Para encontrar los motivos detrás de esta campaña no hay que irse muy lejos, basta con mirar las encuestas publicadas en las últimas semanas. Una minoría privilegiada ha acumulado demasiado poder durante demasiado tiempo y ahora, ante la posibilidad del cambio, reacciona con furia. Pero el problema de la casta no se llama Podemos, se llama pérdida de confianza ciudadana y se llama falta de proyecto de país. Nosotros vamos a seguir trabajando para recuperar la democracia y poner las instituciones al servicio de la gente. No nos hacemos ilusiones: sabemos que el camino será duro y no faltarán las infamias.

Pero a la gente decente de este país no le queda más alternativa: la gran coalición de los de siempre o el cambio ciudadano que ya es posible. El sábado 31 de enero de 2015 muchos ciudadanos dirán en las calles de Madrid, con una sonrisa, que ha llegado la hora de la gente.

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